El lactato L es el producto final obtenido de la glucólisis anaerobia.
Normalmente, los niveles de lactato en sangre y LCR son bajos. Lo producen las células musculares, los hematíes, las neuronas cerebrales y otros tejidos cuando la cantidad de oxígeno a nivel celular es insuficiente, o cuando se produce alguna alteración en la principal vía de producción de energía de las células.
La producción de energía tiene lugar esencialmente en las mitocondrias, estructuras intracelulares que usan la glucosa y el oxígeno para producir ATP (adenosina trifosfato), que es la principal fuente celular de energía.
UTILIDAD CLÍNICA.
La concentración de lactato aumenta cuando la tasa de producción supera la tasa de eliminación. Su acumulación puede dar lugar a un cuadro metabólico, denominado acidosis láctica. Tradicionalmente, la acidosis láctica se ha clasificado en dos categorías:
TIPO A: Es la más frecuente, y ocurre por una disminución de la disponibilidad de oxígeno en los tejidos (hipoxia tisular), debido a un shock de cualquier etiología (séptico, cardiogénico, hipovolémico), o a una parada cardio-respiratoria.
TIPO B: Se asocia a trastornos en los que no parece haber hipoxia tisular, sino que refleja trastornos metabólicos o situaciones con exceso de demanda de oxígeno, como enfermedad renal, hepática, leucemia, diabetes mal controlada, SIDA, fármacos y tóxicos. Durante el ejercicio intenso, el lactato sanguíneo puede aumentar hasta diez veces por encima de los niveles normales.
COLECCIÓN DE LA MUESTRA:
El paciente debe estar en reposo antes de la toma de muestra.
PLASMA: Tubos tapón gris, de oxalato potásico-fluoruro sódico.
LCR: Dispositivo de toma planos o tubos tapón gris, de oxalato potásico-fluoruro sódico.
Conservación de la muestra.
PLASMA: Estable durante 14 días, almacenado a 2 – 8°C, u 8 horas en almacenamiento a 15 – 25°C.
LCR: No más de 24 horas, almacenadas a 2 – 8°C.