El Virus de la Hepatitis C (HCV) es una de las causas más frecuentes de la enfermedad hepática, y existen más de 170 millones de portadores del virus a nivel mundial. La enfermedad aguda por el HCV es a menudo asintomática y generalmente no es diagnosticada.
Sin embargo, alrededor de 60% – 85% de los pacientes desarrollan una infección crónica, que se asocia con mayor riesgo de cirrosis, enfermedad hepática terminal y carcinomas hepatocelulares.
Las terapias antivirales están dirigidas a frenar la progresión de la enfermedad y evitar complicaciones hepáticas, pero estas pueden también tener efectos adversos para el paciente. Por lo tanto, la selección de una terapia apropiada para el paciente, es necesaria para balancear los beneficios potenciales del tratamiento contra el riesgo que este puede traer al paciente.
El ensayo en línea de HCV utiliza la transcripción inversa y la Reacción en Cadena de la Polimerasa en Tiempo Real (RT-PCR), para amplificar la región CORE y siete regiones del genoma HCV. Utilizando sondas genotipo-específicas, el ensayo analiza las variaciones en estas regiones para distinguir entre los 6 genotipos principales y los más de 50 subtipos en existencia.
La determinación del genotipo y subtipo de un paciente que tenga RNA de HCV detectable (>300 IU/mL) antes de comenzar un ciclo de tratamiento es de suma importancia, ya que se ha encontrado que la respuesta a tratamientos antivirales varía dependiendo del genotipo del paciente. Se han visto variaciones significativas en el tiempo de respuesta a los antivirales, lo cual puede prolongar o reducir el tiempo de tratamiento del paciente, al igual que ciertos genotipos, como el 2 y 3 tienen mejor respuesta a ciertas combinaciones de antivirales que no se observa en pacientes bajo el mismo tratamiento con los genotipos 1b y 4.