Citometría de flujo. Es una metodología de última generación que permite diferenciar células cancerosas de las células normales, y en RLC contamos con equipos de última generación para procesamiento e interpretación de las muestras de manera estandarizada, como un gran avance para alcanzar la predicción del comportamiento clínico, pronóstico y el tratamiento de las neoplasias hematológicas.
Una metodología con técnicos especializados en la materia.
¿Cuáles son las pruebas que introduce Referencia?
1.TAMIZAJE NEOPLASIA HEMATOLÓGICA EN MÉDULA ÓSEA
2.TAMIZAJE NEOPLASIA HEMATOLÓGICA EN SANGRE
3.TAMIZAJE Y CARACTERIZACIÓN LEUCEMIAS AGUDAS
4.TAMIZAJE LEUCEMIAS LINFOCÍTICAS AGUDAS
5.TAMIZAJE Y CARACTERIZACIÓN GAMMAPATÍA MONOCLONAL
TAMIZAJE Y CARACTERIZACIÓN DE SÍNDROME LINFOPROLIFERATIVOCRÓNICO
Esta metodología de citometría de flujo es muy valiosa para el médico tratante porque:
En este punto podemos hacer hincapié sobre lo valioso de la ‟medicina personalizada” en los pacientes con cáncer, porque esto significa que su atención médica se basa en su enfermedad específica. A este término de ‟medicina personalizada” también se le suele denominar ‟medicina de precisión”.
La medicina personalizada contra el cáncer puede tener menos efectos secundarios que otros tipos de tratamiento. Un tratamiento personalizado puede afectar a las células más involucradas con el cáncer.
Formulario de Solicitud de Estudio Inmunofenotípico
Instructivo Toma de Muestra Tamizaje y Caracterización Gammapatía Monoclonal
Instructivo Toma de Muestra Tamizaje y Caracterización Síndrome Linfoproliferativo Crónico
Instructivo Toma de Muestras Tamizaje Leucemias Linfocíticas Agudas
Instructivo Toma de Muestras Tamizaje Neoplasia Hematológica en Médula Ósea
Instructivo Toma de Muestras Tamizaje Neoplasia Hematológica en Sangre
Instructivo Toma de Muestras Tamizaje y Caracterización Leucemias Agudas
Neoplasia es el término apropiadamente utilizado para nombrar la formación de un neoplasma o tumor, es decir, cualquier crecimiento descontrolado de células o tejidos anormales en el organismo.
Las neoplasias hematológicas se pueden definir como: cáncer que empieza en el tejido que forma la sangre, como la médula ósea, o en las células del sistema inmunitario. Entre los ejemplos de cáncer hematológico están la leucemia, el linfoma y el mieloma múltiple.
También se llama cáncer de la sangre.
Las neoplasias hematológicas (NH) se caracterizan por estar frecuentemente diseminadas en el momento del diagnóstico, con afectación de la médula ósea.
Los tipos más frecuentes de neoplasias hematológicas malignas son el linfoma, la leucemia y el mieloma, pero también incluyen los síndromes mielodisplásicos o las enfermedades mieloproliferativas.
Es importante realizar los estudios por citometría de flujo dentro de las primeras 48 horas por varias razones:
1. Integridad celular:
Las células pueden experimentar cambios o deterioro con el tiempo, lo que podría afectar la calidad y precisión de los resultados de la citometría de flujo. Realizar los estudios dentro de las primeras 48 horas ayuda a garantizar la integridad de las células y minimizar cualquier cambio que pueda ocurrir.
2. Estabilidad de las muestras:
Las muestras biológicas, como la sangre o los tejidos, pueden sufrir degradación o contaminación con el tiempo. Al realizar los estudios de citometría de flujo dentro de las 48 horas, se minimiza el riesgo de cambios en la muestra que podrían afectar la calidad y confiabilidad de los resultados.
3. Resultados más precisos:
La realización de los estudios de citometría de flujo dentro de las primeras 48 horas permite obtener resultados más precisos y confiables. Esto se debe a que las células se encuentran en un estado más cercano a su condición natural y se minimizan las posibles interferencias o alteraciones en los marcadores celulares que se están analizando.
4. Toma de decisiones clínicas:
En muchos casos, los estudios de citometría de flujo se realizan como parte de la evaluación diagnóstica de un paciente. Obtener los resultados en un tiempo oportuno permite que los médicos tomen decisiones clínicas más rápidamente, lo que puede ser crucial para iniciar el tratamiento adecuado de manera temprana y mejorar los resultados para el paciente.
La leucemia es la proliferación incontrolada de una población anómala de células de la sangre. Estas células anómalas infiltran la médula ósea, impidiendo la producción de las restantes células normales, e invaden la sangre y otros órganos.
Los tipos de leucemia son: Leucemias AGUDAS y Leucemias CRÓNICAS.
Leucemias AGUDAS
Se caracteriza porque la célula es muy inmadura e indiferenciada, y se clasifica en:
– Leucemia linfoblástica aguda. Se producen cantidades excesivas de linfocitos inmaduros (linfoblastos).
– Leucemia mieloblástica aguda. Incluye diferentes tipos de células mieloides con o sin mutaciones genéticas que influyen en el pronóstico.
Leucemias CRÓNICAS
Se caracteriza porque la célula afectada es madura, y se clasifica en:
– Leucemia linfocítica crónica. Proliferación anormal de linfocitos maduros.
– Leucemia mieloide crónica. Producción exagerada de granulocitos, debido a una alteración genética específica.
El linfoma es un tumor producido por la proliferación de células linfoides, principalmente en los ganglios linfáticos. Se clasifica en: Linfoma de Hodgkin y Linfoma no Hodgkin.
La citometría de flujo resulta útil en el diagnóstico de los linfomas no Hodgkin (no así en los linfomas de Hodgkin).
Linfoma de Hodgkin: Presencia de células Reed-Sternberg en las biopsias ganglionares.
Linfoma no Hodgkin: Originado por la proliferación maligna de células del sistema inmune con diferentes grados de maduración. Pueden manifestarse en cualquier lugar del organismo. Las células del sistema linfático se dividen y crecen sin orden ni control. No mueren cuando deberían hacerlo. El linfoma puede diseminarse a otras regiones del cuerpo.
Afecta a las células plasmáticas, un tipo de glóbulo blanco que se localiza preferentemente en la médula ósea.
El impacto de las neoplasias hematológicas en la salud es relativamente bajo si se le compara con condiciones patológicas más frecuentes como las enfermedades cardiovasculares; sin embargo, la incapacidad generada en los pacientes y el elevado costo del tratamiento, denota un impacto importante sobre la economía/salud en cualquier país del mundo, pero con mayor énfasis en países como los nuestros en vía de desarrollo.
¿Qué es Enfermedad Medible Residual?
Enfermedad Medible Residual, es el término que se usa para describir la presencia de un número muy pequeño de células cancerosas que permanecen en el cuerpo durante el tratamiento o después de este. Solo se puede detectar la enfermedad medible residual mediante métodos de laboratorio muy sensibles que permiten encontrar una célula cancerosa entre un millón de células normales. Comprobar si hay enfermedad medible residual permite a planificar el tratamiento, determinar si el tratamiento es eficaz o si el cáncer volvió, o establecer un pronóstico. Las pruebas que miden la enfermedad medible residual se usan sobre todo para los cánceres de sangre, como los linfomas, mielomas y las leucemias. También se llama enfermedad mínima residual, EMR, leucemia mínima residual y linfoma mínimo residual.
¿Cuál es la metodología que se utiliza para la detección de la Enfermedad Medible Residual?
El diagnóstico de las enfermedades hematológicas es una práctica muy compleja y la citometría de flujo, es una de las tecnologías que brinda información crítica para el médico. En Referencia Laboratorio Clínico para la detección de la Enfermedad Medible Residual se utiliza la citometría de flujo estandarizada y automatizada, con equipos de última generación que permiten un resultado en corto tiempo.
Esta técnica no solo es extraordinariamente rápida, sino que también permite la medición simultánea de múltiples atributos de células individuales, un proceso conocido como multiplexación. Estos beneficios han transformado la citometría de flujo en una herramienta versátil tanto para investigadores como para médicos.
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